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  • Contraria a la publicidad representativa

    2019-05-17

    Contraria amiodarone hcl la publicidad representativa, propia de regímenes anteriores al capitalismo, como el feudalismo y la monarquía, centrada en la legitimación del sujeto del poder y expendedora de un “aura” a su autoridad, ligada al atributo de la persona (vestidos, emblemas), sus gestos y su retórica, la opinión pública, en sí misma, implica una serie de elementos posibles tan sólo en el contexto de la secularización del poder y la sociedad. Por un lado se sustenta en la “paridad” de los sujetos participantes de la esfera privada, sin que en ella tengan ningún peso las “jerarquías sociales”. Tal como se ha dicho antes, estos cambios en sociedades altamente estratificadas son el resultado de un proceso de aburguesamiento de la sociedad, en el que tanto los comerciantes como los ciudadanos comparten espacios de reuniones o salones y ostentan la libertad que da la riqueza y el disfrute del ocio; por otro lado, un segundo elemento es el que se centra en la problematización de ámbitos que poco tiempo atrás habían sido parte del monopolio interpretativo de las autoridades eclesiásticas y estatales. Estas esferas son: la filosofía, la literatura y el arte. Debido a la creciente privatización en distintos sectores de servicios, bajo los efectos de la imposición de la familia burguesa, visiblemente clara en la arquitectura, la organización patriarcal en la que se fundamenta convierte las fiestas de la mansión en veladas de sociedad y la habitación en sala de visita. Las personas privadas salen de la intimidad de su ‘sala de estar’ al salón, pero tanto una como el otro están íntimamente relacionados. El nombre de salón recuerda el origen de la discusión sociable y del razonamiento público: “Las personas privadas, que constituyen aquí el público, no entran “en sociedad”; surgen siempre, por así decirlo, de una vida privada que se ha perfilado en el espacio interior de la familia nuclear patriarcal”. En lo que concierne a América Latina, el surgimiento de la crítica literaria no difiere mucho del panorama presentado por Habermas tanto en Inglaterra como en Francia y en Alemania. En general, el surgimiento de las tertulias y grupos de lecturas, salvadas las diferencias en lo relacionado con el surgimiento de la industria editorial, la masificación del producto literario y, por supuesto, los procesos de alfabetización, el pequeño grupo de letrados en las sociedades latinoamericanas ejerció el poder de la opinión pública, en el contexto de un régimen monárquico autoritario de manera efectiva a synaptic cleft la luz del presente, al punto de poder afirmar que no fue menos contundente que en Europa.
    Tertulias, salones e ideas de la Ilustración en la Nueva Granada Se afirma muy a menudo que la llegada de las ideas de la Ilustración como parte del inicio del proceso de modernización de las colonias españolas, durante los siglos xvii y xviii, desencadenó el proceso de su independencia, lo cual no pasa de ser más que una lectura bien intencionada que desde el presente se hace del pasado. De igual manera, cuando se afirma la existencia de dichas ideas en escritos y polémicas de la época no son consideradas más que una postura de cierto grupo minoritario de criollos que deseaban intensamente hacerse al poder. Asimismo, se niega la posibilidad de reconocer la aparición en Hispanoamérica de fenómenos sociales y políticos simultáneos a la revolución burguesa que se efectuaba en Europa. El mayor argumento se centra en el aislamiento económico y la paupérrima economía de unas colonias españolas que se abrieron al mundo sólo con la independencia política. En este sentido, en la actualidad, existen múltiples estudios de carácter sociológico, político y literario que demuestran, para sorpresa de los seguidores de las ideas del “retraso hispanoamericano”, que si bien no se gozaba de un desarrollo económico capitalista y mucho menos industrial, era evidente que bajo los alcances del nuevo orden europeo y norteamericano se sentían sus secuelas en las aspiraciones de una élite criolla que compartía intereses con la élite de los pequeños propietarios burgueses del mundo industrializado y mercantil. El jalonamiento que ejercía la economía del librecambio era cada vez más evidente e insoslayable, tal como lo plantea Halperin Donghi.